Los elementos serán destinados al Servicio de Internación del nosocomio y representan un aporte concreto al equipamiento necesario para la atención diaria de pacientes.
El proyecto evidencia cómo la formación técnica, además de brindar conocimientos específicos, se vincula directamente con las necesidades reales de la comunidad.
Ricardo Vázquez, profesor de Prácticas, subrayó el compromiso de los jóvenes y el acompañamiento de las instituciones locales para hacer posible la iniciativa. “Estamos muy contentos y orgullosos del trabajo de nuestros estudiantes, porque esto no solo refleja la entrega del elemento en sí, sino que habla del compromiso social de nuestros estudiantes”, señaló.
También destacó la colaboración de la Cooperadora del Hospital, que aportó los materiales para la construcción.
Los porta sueros fueron elaborados desde cero por estudiantes de 5° y 6° año, quienes aplicaron conocimientos adquiridos en su trayectoria formativa, demostrando el impacto real de la educación técnica cuando se articula con el entorno.
Según anticipó Vázquez, el trabajo continuará: “A futuro tenemos alrededor de diez más para construir”. Esta proyección reafirma el vínculo sostenido entre la escuela y su comunidad, y pone en valor una formación que no sólo capacita para el mundo del trabajo, sino que también cultiva ciudadanos comprometidos.