El trabajo fue de carácter fundamental, dado que esta instalación es responsable de recibir aproximadamente el 70% de las aguas residuales de la ciudad.
La ejecución de esta tarea se llevó a cabo en colaboración con el servicio local de Aguas Rionegrinas, en conjunto con el Departamento de Seguridad e Higiene, utilizando un camión desobstructor combinado. Fue una tarea compleja que debió contar con medidas extremas de seguridad, ya que los pozos del sistema de bombeo se encuentran a una profundidad de 9 metros.
Este operativo se enmarca en los esfuerzos de Aguas Rionegrinas por mantener constantemente sus instalaciones para garantizar así un funcionamiento eficiente.