Este año, en el marco de la celebración del Día Nacional del Donante de Médula Ósea, durante todo el mes se realizarán colectas de donación de sangre e inscripción en el Registro de Donantes en distintos puntos del país.
Desde que, el 1 de abril de 2003, el Ministerio de Salud de la Nación pusiera en funcionamiento el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) en el ámbito del INCUCAI, el sistema de Salud garantiza que toda persona argentina con indicación de trasplante pueda ser tratada en nuestro país sin necesidad de viajar al exterior. A partir de esa fecha se posibilitó que 1.542 argentinos y argentinas que no tenían un donante compatible en su grupo familiar accedan a un trasplante de médula ósea con donantes provenientes de los Registros. En este período, el Registro Nacional aportó 473 donantes de médula ósea, 248 para pacientes de nuestro país y 225 para pacientes del extranjero. Vale destacar que el 50% de los procesos de donación de médula ósea con donantes de nuestro país se registraron en los últimos tres años.
El Registro Nacional de Donantes de CPH tiene más de 330.000 donantes inscriptos y forma parte de la Red Mundial World Marrow Donor Association (WMDA) la cual agrupa registros de más de 63 países y cuenta con más de 41 millones de donantes registrados de todo el mundo.
¿Por qué donar?
Cada año, a cientos de personas se le diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplásica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos que pueden ser tratadas con un trasplante de CPH. Sin embargo, sólo entre el 25 y 30 por ciento de estos pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar. El resto debe recurrir a un donante no emparentado a través de los registros de donantes voluntarios, como el Registro Nacional de Donantes de CPH.
Para conocer la compatibilidad entre paciente y donante se utiliza el sistema mayor de histocompatibilidad, genes que conforman el sistema HLA (Antígenos Leucocitarios Humanos). El HLA del paciente se compara con el de todas las personas donantes inscriptas en Argentina y en la red mundial y la extracción se concreta sólo cuando existe compatibilidad entre el código genético de paciente y donante. Las poblaciones poseen importantes variaciones genéticas, por este motivo se requieren registros que agrupen a miles de donantes ampliando las posibilidades de éxito en cada búsqueda. Hay que considerar también que hay criterios médicos que determinan que un donante sea lo suficientemente compatible o no, para un paciente. Esos criterios dependen de la edad del paciente, la patología, entre otros criterios.
¿Cómo donar?
Para ser donante se requiere gozar de buen estado de salud, tener entre 18 y 40 años y pesar más de 50 kilos. Quienes quieran donar pueden dirigirse a los centros de donantes, que funcionan en los Servicios de Hemoterapia de 180 centros de donación de todo el país, y en el momento de donar sangre dar el consentimiento para ingresar en el Registro.
Historias de donantes y receptores de médula ósea
Carlos vive en la ciudad de Santa Fe y siempre fue donante voluntario de sangre. “Hace algunos años me consultaron para hacerme donante de médula ósea y me inscribí. En el año 2019 me llamaron porque había una persona que tenía compatibilidad conmigo y que necesitaba un trasplante de medula. Así que seguimos adelante, me hicieron todos los análisis y resultó que teníamos compatibilidad sin ser parientes. Así le doné médula ósea y gracias a Dios, esta persona recuperó su salud. Es muy bueno donar sangre, donar médula, a mí me dio mucha satisfacción poder hacerlo y salvar una vida. Háganlo, háganse donantes, realmente llena el alma”.
Silvina vive en La Plata y también fue donante de médula ósea. Ella cuenta que “el proceso de donación es simple, sencillo y muy cuidado de parte del INCUCAI y de todos los profesionales que trabajan para hacer posible la donación. No hay riesgos ni procedimientos invasivos para el donante”. “Es un privilegio para mí” dice “que la vida me haya dado la oportunidad de donar médula, por lo que siempre estaré agradecida. Es una bisagra, un antes y un después. Donar es dar amor incondicional hacia otro ser humano que está necesitando una esperanza de vida, que está necesitando de nuestra empatía y de nuestra capacidad de considerar al otro como a nosotros mismos. Es inenarrable la felicidad y el amor inconmensurable que crecen constantemente al saber que una pequeña parte nuestra, puede dar vida en vida”.