La EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo, es producida por una obstrucción al paso de aire a través de las vías respiratorias producto de la inflamación y destrucción pulmonar debido a la exposición a gases irritantes o contaminantes ambientales nocivos. La causa principal es en un 80 a 90% el humo de tabaco, el resto corresponden al humo de leña, polución ambiental, humos, vapores o partículas en actividades laborales y otros.
Si bien las manifestaciones que caracterizan a la EPOC son aparentemente notorias como sensación de falta de aire, tos con producción de moco, silbidos en el pecho, limitación para el ejercicio y para las actividades de la vida diaria, estas se van instalando tan lentamente que la persona las va incorporando como habituales y cuando llega a la consulta médica, ya convive con estadíos avanzados de la enfermedad que le restringe las actividades que realizaría alguien sano de su mismo sexo y edad.
Es importante destacar que existen tratamientos efectivos que pueden mejorar la evolución de la enfermedad pero que lamentablemente no pueden curarla. Por este motivo es fundamental realizar el diagnóstico lo antes posible.
Para ello se hace imprescindible la consulta al centro de salud de toda persona que tenga antecedentes de fumador, que fume en la actualidad o que se encuentre expuesto al humo de tabaco u otros contaminantes ambientales en su hogar o en el trabajo, y que presente falta de aire al subir pendientes leves o caminar apurado, tos (la mayoría de los días durante 2 años), expectoración (la mayoría de los días durante 2 años), tos y/o expectoración en 3 meses consecutivos o silbidos en el pecho.
Sin dudas, una característica destacable de la EPOC es la de ser prevenible. Si consideramos que el 80 a 90% de la EPOC se relaciona con el consumo de tabaco, es fácil concluir que las medidas más acertadas para evitar esta enfermedad sean:
- Tomar conciencia sobre los perjuicios del humo de tabaco para evitar el inicio de la adicción y propiciar el abandono.
- Conocer los beneficios de dejar de fumar y saber que existen tratamientos efectivos para aquellos que fuman.
- Hacer respetar los ambientes 100% libres de humo como una forma de ejercer el derecho a la salud que pertenece a toda la comunidad.
Por último, es relevante enfatizar que la prevención y la detección temprana de la EPOC son posibles, siendo dos formas certeras de evitar o minimizar las consecuencias mortales y/o discapacitantes de la enfermedad. Esto puede lograrse no solo consultando al Centro de Salud ante los primeros síntomas sino asistiendo a los controles periódicos, acciones que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas y contribuyen a lograr comunidades con más salud.